Por qué los contenidos largos tipo SCORM no son eficientes para el aprendizaje en las empresas

Por qué los contenidos largos tipo SCORM no son eficientes para el aprendizaje en las empresas

En el entorno corporativo actual, donde el tiempo es limitado y las necesidades de actualización de conocimientos son constantes, la efectividad de los programas de formación es un factor crítico para el éxito empresarial. Muchas organizaciones aún utilizan contenidos formativos extensos basados en el modelo SCORM (Sharable Content Object Reference Model), una norma técnica que permite la creación de módulos de formación online estandarizados. Aunque SCORM ha sido ampliamente adoptado, sus contenidos largos y rígidos no resultan ser los más eficientes para el aprendizaje en las empresas. A continuación, se analizarán las razones por las que los contenidos largos tipo SCORM no maximizan el aprendizaje corporativo y cómo opciones más flexibles y adaptativas pueden ofrecer mejores resultados.

1. Sobrecarga cognitiva y atención dispersa

Uno de los principales desafíos de los contenidos largos es la sobrecarga cognitiva que generan. El cerebro humano tiene una capacidad limitada para procesar y retener grandes cantidades de información en una sola sesión, especialmente cuando la información se presenta de manera densa. Según la teoría de la carga cognitiva desarrollada por John Sweller, la memoria a corto plazo puede saturarse fácilmente cuando se le presenta demasiada información simultáneamente. En los módulos SCORM extensos, los empleados pueden sentirse abrumados por la cantidad de información que deben procesar, lo que afecta negativamente su capacidad de retener y aplicar ese conocimiento en el trabajo.

Además, estudios sobre la atención han demostrado que la concentración disminuye significativamente tras 10-20 minutos de actividad continua. En un curso tipo SCORM que puede durar horas, los empleados inevitablemente pierden la concentración, lo que reduce la efectividad del aprendizaje. Al final de la sesión, solo se retiene una fracción del contenido y los objetivos de formación no se alcanzan plenamente.

2. Rigidez y falta de flexibilidad en la personalización del aprendizaje

Los módulos SCORM, por su naturaleza estandarizada y rígida, suelen seguir una estructura lineal que no se adapta a las necesidades específicas de los empleados. La estructura fija de estos contenidos obliga a todos los usuarios a seguir el mismo camino de aprendizaje, independientemente de su nivel de conocimiento previo, habilidades o áreas de interés. Esto resulta ineficiente en el entorno corporativo, donde cada empleado tiene diferentes necesidades de formación.

Un empleado con experiencia puede verse obligado a pasar por contenido que ya domina, mientras que uno nuevo podría necesitar más tiempo para profundizar en ciertos aspectos. Esta falta de personalización reduce la eficiencia del tiempo invertido en la formación y puede generar frustración. En cambio, el microaprendizaje y los contenidos fragmentados permiten a los empleados acceder a la información de manera más específica y flexible, facilitando un aprendizaje personalizado y efectivo.

3. Desactualización y dificultad de actualización

En el entorno empresarial actual, los cambios en procesos, normativas y tecnologías ocurren rápidamente. Los módulos SCORM largos, al ser diseñados como unidades cerradas y completas, son difíciles de actualizar con la rapidez que estos cambios requieren. Las empresas que dependen de estos módulos enfrentan el desafío de mantenerlos actualizados y alineados con las nuevas regulaciones o prácticas empresariales.

Actualizar un módulo SCORM largo implica un proceso tedioso de modificación del contenido, pruebas y reimplementación, lo que no solo es costoso en términos de tiempo y recursos, sino que también puede resultar en la entrega de información desactualizada. Por el contrario, los contenidos breves y modulares ofrecen una solución más ágil y eficiente. Los módulos de microaprendizaje son fáciles de actualizar, permitiendo a las empresas mantenerse al día sin los retrasos y costos asociados con los largos módulos SCORM.

4. Limitaciones en el aprendizaje móvil y accesibilidad

El aprendizaje móvil es una tendencia clave en las empresas, impulsado por la proliferación de dispositivos móviles y el deseo de los empleados de aprender en cualquier momento y lugar. Sin embargo, los contenidos largos tipo SCORM no están optimizados para el consumo en dispositivos móviles, ya que suelen estar diseñados para sesiones prolongadas frente a una computadora, limitando la accesibilidad y la conveniencia.

El aprendizaje móvil requiere contenido que pueda ser consumido en breves intervalos, ya que los empleados acceden a la formación durante pequeños descansos o en momentos de menor carga de trabajo. Los contenidos largos tipo SCORM no permiten pausas flexibles ni una fácil reanudación del progreso, lo que dificulta el aprendizaje continuo y autónomo. En cambio, los contenidos más cortos y fragmentados se ajustan mejor a los horarios impredecibles y el ritmo de trabajo de los empleados modernos.

5. Menor engagement y participación activa

Otro problema de los contenidos largos tipo SCORM es su impacto negativo en el compromiso (engagement) de los empleados. A medida que avanzan en un módulo largo y estructurado, es más probable que se sientan desmotivados, especialmente si el contenido no se percibe como directamente relevante para sus funciones laborales inmediatas. La falta de interacción o retroalimentación instantánea en estos módulos puede llevar a una mayor tasa de abandono y menor retención de la información.

Por el contrario, los contenidos cortos y fragmentados fomentan un mayor compromiso al ofrecer una sensación de progreso constante y logros inmediatos. Cada pequeño módulo completado proporciona una gratificación inmediata, motivando al empleado a continuar aprendiendo. Este enfoque incremental se adapta mejor a las expectativas de los empleados modernos, quienes buscan aprender rápidamente y obtener resultados tangibles en el menor tiempo posible.

Conclusión

Aunque los contenidos SCORM largos han sido útiles en el pasado para estructurar y estandarizar la formación corporativa, en el entorno empresarial actual, su rigidez, extensión y dificultades de actualización los hacen ineficientes para maximizar el aprendizaje y el desarrollo de competencias. Los problemas relacionados con la sobrecarga cognitiva, la falta de flexibilidad, las dificultades de actualización, la falta de optimización para dispositivos móviles y la baja participación de los empleados indican que es necesario repensar las estrategias de formación en las empresas.

El microaprendizaje y los contenidos más cortos, flexibles y adaptables ofrecen una solución más adecuada para las necesidades modernas de aprendizaje en las empresas. Al permitir un aprendizaje más ágil, personalizado y accesible, los contenidos fragmentados son más efectivos para mantener el compromiso de los empleados y asegurar que la información se retenga y aplique de manera efectiva en el entorno laboral. En este sentido, el futuro del aprendizaje corporativo se inclina hacia enfoques más dinámicos y adaptativos, alejándose de los tradicionales módulos largos tipo SCORM.